La ortodoncia infantil es una especialidad de la odontología que se enfoca en el diagnóstico, prevención y tratamiento de las malformaciones dentofaciales en los niños. Estos tratamientos se realizan con el objetivo de corregir la posición de los dientes y la mandíbula para lograr una mordida correcta y una sonrisa estética.

Es importante tener en cuenta que los problemas dentales y ortopédicos pueden surgir desde edades tempranas y que, cuanto antes se detecten, mayor será la posibilidad de corregirlos con éxito. Por lo tanto, la ortodoncia infantil es una herramienta importante para mejorar la salud bucal de los niños.

¿Cuáles son las razones para realizar un tratamiento de ortodoncia infantil?

• Problemas de mordida: Cuando los dientes superiores no encajan correctamente con los inferiores, se produce una mala mordida. Esto puede provocar problemas al comer, hablar e incluso al respirar.
• Espacios dentales: Si hay demasiado espacio entre los dientes, los alimentos pueden quedar atrapados y esto puede llevar a la aparición de caries y enfermedades periodontales.
• Dientes torcidos: Si los dientes están torcidos o desalineados, pueden ser más difíciles de limpiar y esto aumenta el riesgo de caries y enfermedades de las encías.
• Problemas estéticos: La ortodoncia también puede corregir problemas estéticos, como dientes amontonados, dientes demasiado grandes o sonrisas desiguales.

¿Cuándo es el mejor momento para comenzar un tratamiento de ortodoncia infantil?

Se recomienda que los niños tengan su primera consulta de ortodoncia a los 7 años de edad. En este momento, los dientes permanentes comienzan a salir y los problemas ortopédicos pueden ser detectados con mayor facilidad.

Aunque la mayoría de los tratamientos de ortodoncia se realizan entre los 9 y los 14 años, es importante recordar que cada caso es único y que el momento adecuado para comenzar un tratamiento depende de las necesidades individuales de cada niño.

¿Cuáles son los tipos de ortodoncia infantil?

• Brackets metálicos: Este es el tipo más común de ortodoncia. Consiste en brackets de metal que se adhieren a los dientes con un alambre que los conecta. Los brackets metálicos pueden ser incómodos y a veces dolorosos, pero son efectivos en la corrección de los problemas dentales.
• Brackets cerámicos: Son similares a los brackets metálicos, pero están hechos de materiales translúcidos o del mismo color que los dientes. Son menos visibles que los brackets metálicos y pueden ser una buena opción para los niños que se preocupan por la estética.
• Invisalign: Este tipo de ortodoncia utiliza alineadores de plástico transparentes que se ajustan a los dientes. Son removibles y deben ser reemplazados cada dos semanas para lograr los resultados deseados. Invisalign es una opción popular para los niños mayores y adolescentes.